EL ANUNCIO. AMADO BOUDOU Y JULIO DE VIDO EL DÍA EN QUE SE ANUNCIÓ EL RECORTE DE SUBSIDIOS.
El 23 de noviembre, el Gobierno abrió un
listado para que los ciudadanos renunciaran voluntariamente a los
subsidios de luz, agua y gas. Las primeras estimaciones extraoficiales
de los funcionarios eran que 100 mil usuarios adherirían a la campaña al
cabo del primer mes. Sin embargo, los resultados dan cuenta del fracaso
de la medida.
A dos meses de haber puesto en marcha el “Registro de Renuncia Voluntaria al Subsidio del Estado Nacional”,
sólo 21.842 usuarios
del sector residencial manifestaron su decisión de rechazar los
beneficios económicos estatales que percibían desde 2003 en las boletas
de los servicios. Por caso,
apenas el 10% de los votos que
Cristina Fernández logró sólo en Lomas de Zamora en las elecciones de
octubre. En promedio desistieron del beneficio en dos de los tres
servicios posibles (luz, agua y gas).
El Gobierno anunció la “renuncia voluntaria” a mediados de noviembre y la instrumentó hace 60 días:
la primera en sumarse fue la propia Presidenta.
Con las expectativas de que la iniciativa tenga alta adhesión, el ministro de Planificación Julio De Vido
presionó a los intendentes del PJ
para que logren renuncias en sus distritos. Incluso, el secretario de
Obras Públicas, José López, preocupó a los lideres comunales cuando les
advirtió que los fondos que la Casa Rosada destinaría a cada distrito
para construir obra pública
tendría una equivalencia con el ahorro en subsidios que cada uno de ellos consiga en sus territorios.
Igualmente, las presiones parecen haber caído en oídos sordos, porque
en el último mes solamente dos mil personas adhirieron a la renuncia de los subsidios en los servicios básicos.
Ni los
35 mil funcionarios medios y altos que deben presentar declaración jurada
todos los años se dieron de baja. La acotada lista de renuncias genera
un magro ahorro en el gasto público del Gobierno. Cada usuario que se
sumó a la campaña deberá pagar $ 5.000 promedio más por año, con lo cual
lo que deja de aportar el Estado
ascendería a $ 111 millones . Esa suma representa apenas
el 0,2% del ahorro total
de $ 4.847 millones que Planificación anunció que iba a obtener con la
quita directa de los subsidios a Puerto Madero, Barrio Parque y barrios
privados y countries de todo el país.
A partir
de las boletas de este mes
, tantos los ciudadanos a los que el Gobierno les quitó los subsidios
como estos que renunciaron voluntariamente pagarán los tres servicios
básicos
con aumentos que van del 150% al 400% . Al grupo de los
que abonarán la tarifa plena se suman diversos sectores industriales
como, por ejemplo, las petroleras, las gasíferas y del sector
agroquímico.
También con las boletas de enero, la mayoría de los
vecinos de Retiro, Recoleta, Palermo, Núñez y Belgrano, de parte de San
Isidro y Vicente López, recibirán los formularios que deberán completar
quienes quieran mantener el beneficio. Si lo piden, el Gobierno
considerará la posibilidad de mantenerlo. Quienes no respondan a la
“declaración jurada de necesidad de subsidios” en 30 días, recibirán una
carta documento. Si después de los dos avisos siguen sin responder,
pagarán la tarifa plena.
A la hora de contabilizar cuántos se
sumaron a la renuncia voluntaria, habría que añadir un dato. Quienes
adhirieron, recibieron poco después un mail para que confirmaran dicha
adhesión (recuérdese que, por caso, en el listado aparecieron Néstor
Kirchner y Emilio Massera, lo que habla de bromistas o
malintencionados). Sin embargo, quienes nunca contestaron esta
confirmación figuran aún en el listado. Así, el total podría ser menor
aún al publicado cada día en el sitio web del ministerio de
Planificación.
FUENTE: IECO.-