Robots para el campo. Una fábrica de maquinaría agrícola con tecnología
de punta. El sector podría sufrir las consecuencias de la sequía y la
caída de los precios internacionales.
La actividad industrial crecerá en 2012, pero a menor ritmo del que
se reflejó en los últimos años. Ya en el último trimestre del año pasado
se encendieron luces de alarma en varios sectores industriales, que
presagian una desaceleración para 2012, si bien se mantendría el
crecimiento de la industria a lo largo del año.
“La industria
local deberá afrontar un escenario de desaceleración conjunta de la
demanda interna y externa, en el que ni los mercados emergentes ni el
nacional brindarán las mismas oportunidades que las vistas en 2011”,
destaca un informe elaborado por la línea sectorial de la consultora
abeceb.
La consultora destaca que la actividad industrial alcanzó
un crecimiento del 9% (interanual) durante el primer semestre de 2011,
explicado en más de un 80% por el dinamismo de industrias como la
metalmecánica, la automotriz, minerales no metálicos, maquinaria
agrícola, línea blanca y electrónica. Sin embargo, “hacia el cuarto
trimestre comenzó a percibirse un cambio de tendencia, justamente sobre
los pilares que habían traccionado a dichas industrias, lo que generó
alarma y una fuerte desaceleración en las plantas de producción”.
A
la par, los anuncios de fines de año referidos a tarifas de servicios
públicos y transporte “impactaron en las expectativas de los
consumidores, que aún se encuentran expectantes para ver cómo ajustan
sus presupuestos personales”, consigna el estudio. Así, la combinación
de estos factores “puso un freno al crecimiento de la actividad
industrial en el cuarto trimestre de 2011” (expansión inferior al 3%
interanual) y “marcan un panorama distinto, heterogéneo, para los
diferentes sectores industriales en 2012”.
Fausto Spotorno,
economista jefe de Orlando Ferreres y Asociados (OJF), también ve “una
desaceleración de la actividad industrial para este año”. En el último
trimestre de 2011, medido sin la producción de autos, “la actividad
industrial creció sólo 2,8%, cuando en el tercer trimestre fue 4,5% y
del 7,9% en el primer trimestre de 2011. Se nota una desaceleración de
la actividad industrial”. Spotorno sostiene que en diciembre la
producción industrial se contrajo 1,3% (maquinaria y equipo bajó 23%),
“la primera caída interanual desde noviembre de 2009”. Pese a ello, el
año cerró con un alza del 4,8%.
El economista prevé que los
agroquímicos, la maquinaria agrícola y todos los sectores vinculados al
campo sentirán los efectos de la menor cosecha esperada. “No sé cuánto
van a invertir los productores porque tuvieron pérdidas importantes”,
afirma.
El otro aspecto a monitorear, en su opinión, es qué va a
pasar con el consumo. “Este año va a haber cierta desaceleración de la
actividad industrial por la sequía y también por la quita de subsidios,
que va a tocar el bolsillo de mucha gente”, explica.
Buenas y malas El citado informe de abeceb, al que accedió
iEco
de manera exclusiva, reconoce que la realidad industrial no es
homogénea para todos las industrias. Por eso, divide los efectos según
“Sequía y precio del grano”, “Recesión” y “Desaceleración”.
Claro
que si bien resulta complejo definir taxativamente los sectores más
beneficiados o aquellos que tendrán mayores dificultades, sí pueden
analizarse tendencias. Por caso, los sectores vinculados al mercado
interno y protegidos por políticas de restricción de importaciones
(régimen 1 a 1, licencias no automáticas, valores criterio) “continuarán
teniendo margen de crecimiento en 2012”. No obstante, advierte que “es
de prever una fuerte desaceleración del consumo agregado, que pasará de
una tasa de expansión del 7,5% / 8% en 2011 a una inferior a la mitad”.
También
alerta sobre los riesgos que entraña la dependencia de insumos
provenientes del exterior, en el marco de una política oficial destinada
a mantener el superávit comercial y reducir la salida de divisas, “lo
que podría implicar dificultades para conseguir insumos clave para la
fabricación local de motos, electrodomésticos, indumentaria y calzado”.
Alberto Sellaro, presidente de la Cámara de la Industria del Calzado,
afirma que “en 2012 el crecimiento de la actividad en el sector será del
5%” (el año pasado rondó el 10%) pero lo importante es que sigue
habiendo inversiones y esta industria sigue creciendo”.
Un sector
con buenas perspectivas es la siderurgia, impulsada por la expectativa
de altos precios del petróleo, toda vez que los tubos sin costura son el
principal renglón de exportación de aceros. Por su parte, la industria
automotriz, que destina el 50% de la producción local al mercado
brasileño, continuará en expansión, si bien el país vecino tendría este
año una tasa de crecimiento menor (3,5% anual).
Para abeceb,
Brasil continuará traccionando la exportación de autos argentinos, que
se beneficiarían por el incremento de la alícuota del Impuesto a
Productos Industriales (IPI) para vehículos no fabricados en Mercosur +
México.
“La metalmecánica es un sector que tiene buenas
perspectivas, porque está muy arraigada al mercado interno, que está muy
sólido”, destacan desde la Asociación de la Industria Metalúrgica de la
República Argentina (ADIMRA).
Para la entidad, “las expectativas
de producción para el siguiente semestre continúan siendo positivas para
la mayoría de las empresas”. Pero el principal desafío sigue siendo la
inversión para apuntalar la actividad, “sostenido por la política de
administración del comercio y también la mayor integración de producción
nacional”, en especial en el sector automotriz.
La perspectiva de
la agroindustria y los sectores que dependen de ésta preocupan, ya que
“se verán afectados por la sequía y la caída de los precios
internacionales”, consigna el documento de abeceb. Así, agroquímicos y
maquinaria agrícola sentirán el impacto de los menores ingresos de los
productores, que repercutirán negativamente en la demanda”.
No les
irá mucho mejor a las industrias orientadas a mercados europeos, en
crisis económica. Entre ellos, la esperable menor demanda de productos
alimenticios y las exportaciones de vinos y frutihortícolas. Otro punto
es la dificultad para cumplir con la cuota Hilton de exportación de
carnes de alta calidad, por problemas de oferta y “la falta de saldos
exportables”.
Daniel Funes de Rioja, titular de la Coordinadora de
las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL), sostiene que “todavía
no se puede determinar el impacto (en volúmenes y en valores) que
tienen en el sector la crisis europea y la desaceleración de la economía
brasileña, aunque intuimos que pueden afectarnos porque Brasil y Europa
son nuestros principales compradores”. También hay que observar las
condiciones climáticas, que “pueden impactar en la provisión de materias
primas” y “la incidencia del costo laboral”, en referencia a las
paritarias que aún no han comenzado.
FUENTE: IECO- CLARIN.COM