El gobierno de Barack Obama opinó que la Justicia norteamericana debería revocar un fallo de primera instancia que obliga al Estado argentino a pagar a un fondo buitre los intereses devengados de los bonos defaulteados en 2001.
El gobierno de Barack Obama opinó que
la Justicia norteamericana debería revocar un fallo de primera
instancia que obliga al Estado argentino a pagar a un fondo buitre los
intereses devengados de los bonos defaulteados en 2001.
El Departamento de Justicia envió una carta, llamada
técnicamente "amicus curiae", a la Corte de Apelaciones del segundo
circuito respaldando la posición argentina en esa controversia.
Esa Corte maneja uno de los aspectos de la disputa
entre la Argentina y el fondo de inversión NML Capital, tenedor de bonos
de la deuda argentina cuyo pago fue incumplido en virtud de la cesación
de pagos declarada en 2001 sobre un pasivo por 95.000 millones de
dólares. Esos compromisos fueron reestructurados en 2005 pero el fondo
norteamericano no ingresó al canje y demandó al país ante los tribunales
estadounidenses.
En el marco de esa causa, el juez neoyorquino Thomas
Griesa ordenó en febrero que Argentina pague los intereses sobre los
bonos que reestructuró en 2005 y 2010. La orden del juez afecta a
terceras partes, incluidos bancos. El Estado nacional apeló la decisión,
que fue a parar así a la Corte Federal de Apelaciones.
El gobierno estadounidense opinó que la decisión del
juez debería ser revocada porque forzar la entrega del dinero provocaría
problemas de jurisdicción en propiedades estatales extranjeras y
significaría dictar a otro Estado cómo implementar su propia política de
deuda.
"Es muy probable que eso provoque tensiones en
nuestras relaciones exteriores", señaló el Departamento de Justicia en
el pronunciamiento ante la Justicia. Griesa emitió sus fallos en
diciembre del 2011 y el 23 de febrero de este año.
A pesar del apoyo, Estados Unidos aseguró en su carta
que el país debería "normalizar relaciones" con todos sus acreedores,
tanto públicos como privados. Señaló también que debería trabajar con el
Fondo Monetario Internacional para solucionar el cumplimiento de sus
obligaciones.
Un "amicus curiae" es un escrito presentado por
terceras partes, sin solicitud de los litigantes, que tiene el objetivo
de ayudar a un tribunal a tomar una decisión en un determinado caso.
Antecedentes. Un 80 por ciento de
los acreedores accedieron al canje de deuda ofrecido por el ex
presidente Néstor Kirchner en 2005. Sin embargo, los fondos EM y NML
Capital, así como miles de inversionistas individuales, decidieron no
participar y prefirieron acudir a la Justicia. Cuentan con el apoyo de
la American Task Force Argentina, una coalición de grupos privados que
desea que el gobierno estadounidense intervenga en la solución del
problema con el país sudamericano.
"Desafortunadamente, el gobierno tomó esta semana una
posición que continuará justificando el abuso de Argentina del sistema
judicial estadounidense", se quejó Robert Raben, director ejecutivo de
la coalición. El "amicus curiae" no detalle ninguna cifra en disputa,
pero Raben dijo que se trata de 1.600 millones de dólares.
La batalla entre Argentina y los acreedores se
encuentra también ante el Tribunal Supremo. En enero, el máximo tribunal
solicitó la opinión del gobierno de Obama para decidir si sostiene una
audiencia ante una solicitud de NML y EM., que desean apropiarse de 105
millones de dólares pertenecientes al Banco Central argentino y
congelados en Nueva York.
Calificadora
La agencia Egan-Jones Ratings rebajó la calificación
crediticia de Estados Unidos. La firma calificadora independiente, que
emitió la rebaja a última hora del jueves, dijo que su calificación
sobre la deuda senior estadounidense es ahora “AA”, su tercera nota más
alta, tras bajarla en un escalón desde “AA+”.
FUENTE: La Capital.com.ar - Economía -
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