Un estudio reveló cuál es el sueldo mínimo en distintos
países, quiénes lo alcanzan y cuál es la brecha entre hombres y mujeres.
La Red Latinoamericana de Investigaciones sobre Compañías
Multinacionales (RedLat) elaboró un informe sobre el "Trabajo Decente en América
Latina". En el mismo analizaron siete países y midieron sus niveles de
salario mínimo establecido por ley o decreto, qué porcentaje de la población
percibe ingresos aun menores que eso y cuál es la brecha salarial de género.
En términos absolutos Argentina se ubica como el país con el
mejor salario mínimo de América Latina, establecido en 476 dólares. Le siguen
Uruguay (373 dólares), Chile (346), Colombia (307,9), Brasil (306,8), Perú
(268) y en último lugar México (152).
No obstante, más allá de que en términos formales esos son
los montos, no todos los trabajadores se encuentran registrados y por lo tanto
no perciben ni siquiera el salario mínimo. El estudio de RedLat señala que Perú
es el país en peores condiciones en ese sentido: el 50,1% de los trabajadores
percibe un ingreso por debajo de los 268 dólares. Le sigue Colombia con un
48,3% que gana menos de lo establecido. La lista se completa con Argentina
(28,8%), Brasil (25,4%), México (20,2%) y Chile (21,1%). Se destaca Uruguay,
que tiene apenas un 8,5% de trabajadores que no accede al mínimo.
Salario mínimo y neoliberalismo
Para el economista de la Universidad de Buenos Aires Pablo
Wahren, "no es casual" que los dos países "donde se registra el
menor cumplimiento del salario mínimo sean Colombia y Perú, y que el país con
el menor salario mínimo sea México". Según explicó a RT, "hay un
factor común en estos países que es la continuidad de las políticas
neoliberales que predominaron en toda América Latina durante la década de
los '90".
Wahren analizó que "la continuidad con el
neoliberalismo" en los países mencionados se puede "observar con
claridad en los acuerdos regionales que conforman, tales como la Alianza para
el Pacífico y el Acuerdo Transpacífico con Estados Unidos". El economista
planteó que "para el neoliberalismo el mercado del trabajo debe ser
flexible y en ese sentido el salario mínimo y los derechos laborales
constituyen trabas para el libre funcionamiento del mercado". Desde esta
concepción, un mercado sin regulación permitiría a los empresarios más
"libertad" para contratar gente y generar empleo.
"Sin embargo, lo que se observa es que este modelo
perpetúa la desigualdad de los ingresos", dando lugar a
"trabajadores pobres que no alcanzan siquiera el bajo salario mínimo
establecido, mientras que una élite nacional y extranjera goza de los
beneficios de pagar menores costos", añadió Wahren.
Finalmente analizó los dos extremos: Argentina y México. En
particular en México, que cuenta con el peor salario mínimo "se estableció
una economía de salarios bajos en función de los intereses de las empresas
norteamericanas que trasladan su producción al sur de la frontera para pagar
menores salarios de lo que tendrían que pagar en Estados Unidos". Por su
parte Argentina, que aparece en primer lugar, puede ver alterada esta situación
en los próximos años "si el gobierno actual concreta, tal como ya manifestó,
sus intenciones de ser parte de la Alianza del Pacifico y del Acuerdo
Transpacífico", completó el economista.
Brecha de género
La RedLat también hizo hincapié en la diferencia entre el
salario que perciben los hombres respecto de las mujeres en cada país, lo que
se conoce como brecha de género. Perú también encabeza ese listado ya que los
varones ganan 43,8% más que las mujeres. Con el 34% de diferencia queda en
segundo lugar Argentina y Chile tercero con el 29,7%.
La brecha salarial de género "es estructural en la
economía capitalista", señaló Julia de Titto a RT. La editora del portal
Notas - Periodismo Popular, y periodista especializada en géneros comentó que
esta diferencia "se explica por algunos factores ―de origen cultural,
social y económico― como por ejemplo la diferencia de formación, la intensidad
laboral, la experiencia, el tiempo que le pueden dedicar al trabajo". Sin
embargo, "en todos los estudios del tema se asegura que hay una parte que
no es explicable. Esto quiere decir que la diferencia se da por el solo hecho
de ser varón o mujer y no por un factor relacionado con el mercado de
trabajo".
Para la analista es importante tener en cuenta que el
trabajo asalariado tiene "una contracara" que tiene que ver con
el trabajo no remunerado, "que se conoce centralmente como trabajo
doméstico" y es realizado "casi exclusivamente por mujeres". La
periodista señala que "tener que dedicarle muchas horas al día a
estas tareas no remuneradas achica la posibilidad de las mujeres de realizar
trabajos remunerados" y por eso en muchos casos "las mujeres toman
trabajos más precarios".
"Existen políticas de Estado que pueden achicar o hacer
desaparecer esa brecha salarial", contó de Titto. Venezuela es uno de los
Estados que "más ha impulsado iniciativas en este sentido en los últimos
años y hoy es el país con menor diferencia de brecha salarial en América
Latina", aseguró la periodista. Esto demuestra "que no es natural,
sino un fenómeno social, político y cultural. Y solo se puede revertir con
políticas públicas muy firmes en tanto sanción, promoción y equiparaciones
salariales", concluyó.
Santiago Mayor
FUENTE: RedLat
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