sábado, 23 de mayo de 2015

FORTALECIENDO LA MONEDA DE PAISES EN LATINOAMERICA

Nueva moneda a la par del dólar: el bolívar de oro
La solución para el problema económico de Venezuela pasa por la creación de una nueva moneda, el bolívar oro, a la par del dólar, es decir, por cada bolívar un dólar; revaluar en vez de devaluar.
Esa nueva moneda debe sustentarse en el incremento de las reservas en dólares y en oro porque Venezuela tiene reservas reales y potenciales de ambos.
El bolívar fuerte ha perdido su capacidad adquisitiva en estos dos años y por eso la salida es crear una nueva moneda, combatir la inflación y la especulación e incentivar la producción nacional.
Quienes plantean la devaluación oficial de la moneda le hacen un inmenso daño al país. No se puede negar que existe una realidad en la que la cotización del dólar está alcanzando niveles insólitos, pero la solución no es devaluar el ya devaluado bolívar fuerte.
No existen razones para devaluar porque la emisión de dinero es un acto de soberanía de los estados. Ningún país ni ningún organismo internacional pueden prohibir a Venezuela ni a ningún otro país emitir su propio dinero. 

De manera que para satisfacer las necesidades internas del país, el estado puede emitir todo el dinero que necesita sin limitaciones. Cuando usted va a pagar una obra pública o el salario de los trabajadores lo hace en bolívares, no lo hace en dólares; en consecuencia, no necesita dólares para realizar estos pagos. 

Usted necesita dólares sólo cuando va a comprar algo en el exterior. Eso es otra cosa. Si usted no tiene los dólares la situación cambia y tiene dos alternativas: producir más dólares o pedirlos prestados a un banco extranjero.
Venezuela produce muchos dólares porque vende un producto de alta demanda internacional: el petróleo; de manera que sólo tiene que administrar debidamente ese ingreso en dólares y endeudarse lo menos posible. 

El problema es cómo se reparten esos dólares en la economía: el estado debe garantizar dólares sólo para actividades esenciales propias del Estado. El Estado no tiene por qué darles dólares a los particulares. Este servicio debe ser prestado por la banca privada. 

Es decir, se debe permitir a la banca vender libremente dólares en el mercado, pero la cotización oficial debe ser a un bolívar por dólar. Países con economías menos fuertes que Venezuela lo han logrado y mantienen la inflación bajo control.
El otro aspecto vital es incentivar la producción nacional para depender lo menos posible de las importaciones; esto es perfectamente posible y se traduciría en un gran ahorro de divisas.
Pero faltaría algo esencial: controlar la inflación y la especulación. Esto también es posible a través de una política de concertación con el sector privado de la economía pero también de control estricto sobre los precios de los bienes y servicios y las tasas de interés.
Algunos expertos plantean la devaluación de buena fe porque piensan que no hay otra salida. Creen que esta es la única forma que tiene el Estado para financiar sus nuevas necesidades de dinero. 

Pero otros lo hacen para satisfacer ambiciones personales o de grupo, porque de esa manera incrementan su fortuna en bolívares. Pero esto, al final, es un engaño, porque ciertamente incrementan en una primera etapa su fortuna, pero a mediano y largo plazo todo lo que ganan lo pierden porque la inflación también los afecta a ellos.

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