“Esa te la debo”. El 2016 se va como empezó. Debemos y nos deben,
mucho en el debe, poco y nada en el haber. El Presidente patentó la
acreencia de declaraciones y, sin querer, inmortalizó el nombre de
Yolanda Mercedes. Trabajaba de auxiliar docente en Mar del Plata y en
abril del año que se fue murió de un síncope al enterarse de que el
gobierno bonaerense le había descontado $ 6.000 de su salario de $
7.000. Consultado entonces el Jefe de Estado, prefirió pedir fiado una
excusa. No hubo repregunta hasta hoy.
Ellos nos la deben y nosotros debemos. Debemos los U$S 53.527 de
deuda externa que Argentina emitió en los últimos doce meses. Si
hablamos del 11,1% del PBI, la explicación es para pocos. Más sencillo
es entender que pedimos prestado ciento cincuenta y dos millones de
dólares por día. O, en la lógica del primer mandatario, nos dieron para
construir 700 jardines de infantes por semana. Semejante nivel de
compromiso financiero solo se dio tres veces en los últimos cuarenta
años. Al menos eso refiere un informe de la BBC de Londres, ancla el
almanaque en tres fechas caras –en más de un sentido- a la memoria
nacional: 1978, 1989, 2001.
Debe ser que estamos cayendo. Eso alertan todos los macro indicadores
de la economía. Y un último dato suscribe ese diagnóstico. Van doce
meses seguidos de descenso en el consumo. Yo no compro, él no vende. Yo
puedo postergar mis excentricidades (“se acostumbraron a hacer las
compras todos los meses”, podría acotar un gurú del oficialismo). Pero
si él no vende no le paga a sus empleados, primero, los suspende luego,
los echa después. ¿Es posible que nadie lo vea? Peor aún, ¿puede ser que
nadie oiga? Sumados los 192 mil despedidos de 2016 a los casi 40 mil
suspendidos, tenemos cuatro estadios de River a tope, cantando “somos
trabajadores, queremos trabajar”. Servicio de ayuda al replicador de
consignas: el 63% de los que perdieron su empleo pertenecían al sector
privado.
En cumplimiento del deber estaba, para el Ministerio de Seguridad, el
policía que disparó su arma con tan mala suerte y buena puntería que
impactó en el medio de la frente de un chico desarmado, que lo miraba
con las manos en alto, en el barrio de Balvanera. Lo asisten abogados
oficiales. Al policía. Al pibe intentan traerlo, de la muerte para este
lado. No debían estar en el Ministerio de Educación, pero estuvieron,
efectivos de Infantería de la Federal. Pobre Mafalda, triste regreso al
palito de abollar ideologías.
Deber, deben sacar bien las cuentas quienes prohibieron que Milagro
Sala tenga actividad social, si es que sale algún día libre, justo hasta
el fin del primer mandato del gobernador jujeño Gerardo Morales. Las
matemáticas son exactas, pero algunas cuentas son más exactas que otras.
Si vamos a contar, contemos hasta 40 este 24 de marzo. Por las dudas ya
nos vienen diciendo que tampoco es para tanto, che, que basta de la
fiesta de feriados. ¿Podremos celebrar la memoria de vida, la memoria
debida?
Interrumpamos conjugaciones y usos del verbo “deber” para multiplicar.
Pidamos tregua para, haciendo foco en lo que nos deben (no hay más
espacio aquí para la pobreza cero, la lluvia de inversiones y otros
tantos augurios fallidos) empecemos a hacer foco en lo que nosotros
debemos. Sí, debemos. Este 2017 debemos redoblar compromiso, debemos
profundizar la mirada hacia el otro, debemos participar cuerpo a cuerpo.
A la hora del balance, será esa una cuenta que nos dará orgullo
saldar.
FUENTE: www.infonews.com